La CGT, con adhesión de las dos CTA, organizaciones sociales, el peronismo y la izquierda, concretó hoy su primer paro en la era Javier Milei, que incluyó una multitudinaria movilización al Congreso, donde los referentes sindicales exigieron a los legisladores que no aprueben la ley ómnibus y hagan caer el mega DNU.

Sobre el escenario montado frente al parlamento, el cotitular de la CGT y dirigente de Camioneros, Pablo Moyano, advirtió que al ministro de Economía, Luis Caputo, con estas medidas económicas los trabajadores lo van a “llevar en andas” al “Riachuelo”.

“Le digo al ministro de Economía que si lleva estas medidas económicas de hambre y ajuste, los trabajadores, jubilados y los más humildes lo van a llevar en andas, pero al Riachuelo”, dijo Moyano, parafraseando al presidente Javier Milei.

 

 

 

Además, llamó a los legisladores a no votar a favor de la ley ómnibus que se tratará en los próximos días, ni por el regreso del Impuesto a las Ganancias que impulsa el Gobierno nacional.

“Que no se les ocurra volver a poner el impuesto a las Ganancias, si son tan guapos suban el impuesto a las grandes fortunas”, se quejó el hijo de Hugo Moyano.

A los legisladores les insistió con que “estarán frente a una decisión histórica para que digan si están con los trabajadores o con las corporaciones”.

“No puede ser esos diputados que arman bloques y siendo peronistas voten este DNU. Un peronista no puede votar este DNU que va en contra de los jubilados, los trabajadores y la soberanía argentina”, agregó el camionero.

 

 

 

Lamentó además que “esta ley de reforma laboral la escribió Paolo Rocca y la escribió Mercado Libre” .

“Llamamos a todos los argentinos de bien a que se sumen a este frente de resistencia, porque por más protocolo, por más multas, la patria no se vende, la patria se defiende”, enfatizó Pablo Moyano.

El discurso final fue el de su colega Héctor Daer, quien sostuvo: “El Presidente fue electo presidente, los legisladores fueron electos legisladores, y a nosotros nos eligieron los trabajadores para defender sus derechos, para encuestar con sus representantes. Pero más que una cosa es andar con una motosierra y la otra es gobernar”.

A su vez, advirtió que en el flamante gobierno “quieren destruir al sindicalismo” y lamentó que Milei “nos viene con una palabra tan grande como es la libertad, ya que todos los pueblos luchan por la libertad, pero acá la libertad la utilizan para hacer pelota la fórmula de actualización para los compañeros jubilados”.

“Con la libertad quieren vender las empresas públicas y con la libertad no quieren que suceda esto, porque si sucede esto nos quieren meter a todos presos. Así que no criminalicen la protesta”, prosiguió el referente de Sanidad.

También Daer se quejó de la metodología de enviar un proyecto tan extenso como el de la ley ómnibus, al considerar que “si quieren discutir todo es que no quieren discutir nada”, y ejemplificó que los “cada diputado tienen discursos de cinco minutos” para pronunciarse “sobre 600 artículos” de la normativa.

 

 

 

“Denostan a los empleados públicos, a los docentes, ese es parte de su plan. Porque quieren destruir el Estado, que es la única institución que permite el equilibrio social. Que no nos tomen de idiotas”, remarcó.

Y cerró: “La justicia social no se entrega y cantemos que la Patria no se vende”. De inmediato se dio por finalizado el acto, a las 14:40, a lo que siguió una rápida desconcentración pese a la gran cantidad de asistentes a la marcha.

Durante la jornada se aplicó el protocolo antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y sólo se interrumpió el tránsito sobre la Avenida de Mayo, mientras que se pudo circular durante todo el día sobre la Avenida 9 de Julio, principal arteria de la Ciudad.

Además de los referentes de la CGT y de las dos CTA, participaron de la movilización dirigentes políticos del peronismo, como el diputado y líder de La Cámpora, Máximo Kirchner; el ex ministro Eduardo de Pedro; el titular del bloque de diputados de UxP, Germán Martínez; y la ex titular de Aysa Malena Galmarini, entre otros.

La marcha y acto tuvo réplicas en las principales ciudades del resto del país, entre ellas Mar del Plata y Mendoza, a cargo de las respectivas regionales de la CGT y de las demás centrales sindicales.

De esta forma, el sindicalismo volvió a salir a la calle para rechazar el mega DNU y la ley ómnibus, en especial sus apartados con reformas laborales, en medio de un temprano enfrentamiento con la gestión de Milei, ya que el paro fue convocado a menos de 20 días de su asunción, convirtiéndose en el más rápido desde el regreso de la democracia.