Los visitantes podrán contratar excursiones en embarcaciones que arrancar a primera hora por la mañana y duran todo el día, incluyendo las 6 horas que tardan en arribar al lugar, la experiencia misma y la vuelta. Durante la travesía podrán disfrutar de un paisaje marítimo increíble hasta llegar a la Isla Pingüino donde podrán observar estos animales que habitan el lugar junto a otras especies como merluza austral, el langostino patagónico y el calamar.

Además de este tipo de pingüino como atractivo principal, los viajeros podrían llegar a contemplar también pingüinos de Magallanes, lobos marinos machos en la costa y elefantes marinos que arriban para cambiar la piel.

La isla es el centro focal del Parque Interjurisdiccional Marino Isla Pingüino, que abarca en sus 160 mil hectáreas al archipiélago y estando a tan solo 22 kilómetros de la ciudad, alberga a la colonia de pingüinos más cercana al continente. Este parque fue creado tras la aprobación de la Ley 26818 en 2012 a través de un acuerdo entre el Estado Nacional y la Provincia de Santa Cruz y entre sus objetivos están “mantener muestras representativas del ecosistema marino”, “proteger el patrimonio paisajístico, natural y cultural”, “propiciar y facilitar las investigaciones y monitoreos ambientales”, “promover actividades sostenibles”, “concientizar sobre la importancia de la conservación” y “garantizar el uso público del Parque”.

Como tótems guardianes, el faro y la vieja factoría están ubicados en el lugar, como custodios de una vida de siglos que pervive en el sur austral.

El pingüino penacho amarillo también es conocido como el “saltarrocas” y, a pesar de la velocidad que poseen, son muy fáciles de distinguir debido a su pintoresca cresta. Desde hace muchos años esta especie visita cada temporada la isla de origen volcánico que emergió del mar hace unos 150 millones de años.

Puerto Deseado está debajo de la Bahía de San Jorge, 750 kilómetros al norte de la capital de Santa Cruz, Río Gallegos, y casi 300 kilómetros al sur de la portuaria Comodoro Rivadavia. Aguas frías, azules y profundas, y cautivantes bahías, acantilados y cabos, enmarcan este destino turístico de la costa patagónica.

Fuente: Subsecretaría de Turismo de Puerto Deseado – Ricardo Pérez

Histórica Isla Pingüino

No solo es un destino ecoturístico increíble que todo viajero que elija vacacionar en Puerto Deseado debería visitar, además cuenta con un valor histórico extraordinario. La Isla Pingüino fue la guía de navegantes por siglos cuando era conocida como “Isla de los Reyes”. Muchas embarcaciones que viajaban hacia el Estrecho de Magallanes hacían escala en ella para aprovisionarse de huevos de aves, grasa y cueros de lobos marinos. Su nombre cambió cuando los ingleses la llamaron “Penguin”, en clara alusión a la fauna característica del lugar.

El emblemático faro ubicado en el sector más elevado de la isla cuenta con 22 metros de alto y fue construido en 1903. El mismo está compuesto por una parte de mampostería de 11,50 metros de altura y una torre de hierro de 10,35 metros. Además, desde 1983 funciona con energía solar fotovoltaica mediante paneles solares.

Otro punto destacado es la vieja factoría que procesaba grasa de lobos marinos y que sobrevive como impactante postal y elemento distintivo de la historia del lugar.

En el año de 1985 el navegante, expedicionario y educador Marcos Oliva Day, reconocido por sus excursiones en kayak por la Patagonia, descubrió en la Isla Pingüino a la colonia de penachos amarillos más septentrional del mundo, tiempo después salió a la luz que el origen de este grupo había surgido tras desprenderse de otro que existía previamente en la Islas Malvinas.

Fuente: Subsecretaría de Turismo de Puerto Deseado – Ricardo Pérez

Pingüino Penacho Amarillo

El “saltarrocas” es el más pequeño de los pingüinos crestados, llegando a medir 50 centímetros de alto y pesar unos dos kilos. Es una especie característica por poder permanecer en el mar varios días seguidos y bucear hasta cien metros de profundidad para cazar.

Durante las temporadas reproductivas las colonias son multitudinarias, generando un escenario increíble para los visitantes que llegan a conocerlos en la Isla del Pingüino entre los meses de octubre y abril.

Si bien pueden llegar a tener comportamientos agresivos entre ellos, pueden conectar positivamente con los turistas transformando la experiencia en una travesía única.

El apodo de “saltarrocas” lo obtuvieron debido a su particular manera de moverse en el terreno rocoso, saltando con gracia de una piedra a otra y diferenciándose de otras especies que suelen deslizarse en el hielo sobre sus vientres.

Según contaron algunos guías de la zona, los turistas quedan maravillados con diversas características de la vida social de los pingüinos penacho amarillo. Entre ellas, les sorprende que suelen formar parejas de por vida y que vuelven a los mismos nidos que dejaron en los años anteriores, que los adultos toman turnos para incubar los huevos y que, tras depender de sus padres para ser alimentados con peces, los pichones se reúnen con sus pares en una guardería para aprender colectivamente a nadar y cazar.